sábado, 18 de septiembre de 2010

un paseo en camello

Antonia Toni Toni
Hace algunos años, mi marido y yo visitamos Tenerife.
Yo siempre había tenido la ilusión de montarme en un camello.
Así que un día, por la mañana, alquilamos un coche.  Nos dirigimos a un zoo que se podía visitar montados en camello. Con toda la ilusión, me senté en una de las sillas del camello, pero cuando mi marido se sentó en la otra, mi silla quedó mas alta y de lado. Pero no me importó
 Empezó nuestro paseo por el zoo. Vimos toda clase de bichos desde nuestra montura.
Hasta que llegamos al lado de la jaula de los monos que estaban acostumbrados a que la gente les echaran cacahuetes y como nosotros no lo hicimos, los muy macacos, se enredaron ha apedrearnos  Ahí me vierais tapándome con el bolso. Porque encima y para mas desgracia, me tocó de su lado y tenían puntería..
Mi marido, por poco no se cae de su silla de la risa. Y  los monos venga a tirarme con piedras hasta que los dejamos atrás.
 Seguimos nuestro paseo, Y me pasó otra cosa extraña,,,.
Yo no sabia que a los camellos les gustara el cabellos de las personas...  Pero el camello que iba detrás del nuestro me daba con la lengua en la cabeza ¡¡¡¡ que asco!!!,  se lo dije al camellero y aparto al animal de mi, ¡menos mal!
 Para terminar el paseo, nos quedaba subir una cuesta. Yo, ya preví lo que iba a pasar. 
En el camello de delante de nosotros,  iba una pareja algo pasados de kilos.
Así que el camello iba muy cargado.
Levanté los pies y mi marido me preguntó ¿ pero que haces?  y yo ¿ qué que hago...? Cuando empezamos a subir la cuesta, el camello de delante, comenzó a expulsar ventosidades y ha hacer caca, El nuestro, a querer adelantarlo y yo me quedé   justo detrás del ano del camello de delante. Menos mal que mi silla estaba levantada por el peso de mi marido y tenia los pies levantado, Porque el apoya pies de mi montura se lleno todo de caca del otro camello. No me he vuelto a montar en camello... por si las moscas... Ja ja ja ja.

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