sábado, 21 de julio de 2018

Libelulas

Caminaba por un sendero verde, holía a hierva recién cortada. a los lados del sendero habia una pared de piedra hecha por el hombre, y al otro lado, una, hecha por la naturaleza
A lo lejos se oía es sonido del agua, animada por ese sonido acelere el paso. Entre la maleza ribereña, apareció el primer molino, estaba muy deteriorado, pero con cierto encanto
El agua corría alegremente por el riachuelo, que en algún tiempo, hizo que ese molino funcionara...Las paredes de la construcción eran de piedra, La estructura estaba intacta, pero sin techo. La maquinaria, estaba oxidada y algunas aspas estaban dobladas.
Continuamos nuestro trayecto. La sombra de los arboles tapaban el sendero, que por algunos lugares tenia el pavimento de tierra y por otros de piedras.
Llegamos al segundo, tercero y cuarto molino de aquel pequeño riachuelo.
Cruzamos puentes de madera, vimos pequeñas cascaditas.
Me senté en una piedra, desnude mis pies y los introduje en el agua helada del riachuelo. Intente resistir el frio. No pude mas de un minuto. Pero con mis manos me puse agua en el cuello, y se me alivio el calor.
Solo se escuchaba el agua, los pajaros y nada mas. Alce la vista y sobre la hierba que nacáa de los alrededores del rio, volaban dos libélulas azules, las mas hermosas que vi nunca. Me quedé sin aliento, por si se marchaban, permanecí mirándolas largo rato, Eran hipnotizantes. Me recordó a dos hadas en el bosque, libres de volar y ser felices. Fué un momento mágico, único, Yo allí en completo silencio, el sonido del agua bajo de mi, y delante las libélulas bailando.


Son de esos momentos que no olvidarás nunca. Me sentí feliz.