lunes, 7 de octubre de 2019

Un paseo al prado

Sus ojos brillaban de emoción, me miraban y parecían que sonreían. Andaba a mi lado, hablaba sobre cosas graciosas que me hacían reír. En un roce de su mano con la mia, me la sujeto, y continuo andando a mi lado, como la cosa mas natural del mundo. Mi cuerpo se estremeció, creo que el de él también, pero hablaba y yo reía de sus ocurrencias. Al llegar a un prado, se quito su chaqueta roída y vieja, y la puso en el suelo, me dijo: contemplemos el lago- Yo permanecí en pie, y él se sentó, tirando de mi para que me sentara encima de la chaqueta, ese gesto me pareció muy romántico, procediendo de un hombre rudo y fuerte- Me sonrió y me dijo, ten cuidado con esas plantas, pinchan. Yo me senté a su lado, y solo su presencia me imponía y me hacia sentir pequeña. Luego, me dijo, creo que es hora de que salgamos como una pareja, pero una pareja como las de antes, tú y yo, solos, sin nadie que se entrometa. Yo le miré a los ojos, mire su mano fuerte,sosteniendo la mía, y luego, le mire otra vez a los ojos, le dije, de acuerdo, podemos intentarlo.. Entonces él, me acaricio con inmensa ternura la cara, y me dijo, sabes que eres muy guapa? yo me sonrojé, y permanecí en silencio, y el momento se torno mágico. El se aproximó y me beso en los labios, despacio, con ternura, casi con amor, yo, que jamás me habían besado, me quede paralizada y después le respondí besándolo con timidez. El sonrió, ahora, sus ojos eran carbones ardiendo.....
Hada se los sentidos.