EL AMOR AL PROGIMO

Un día, soné, algo muy extraño, algo misterioso y a la ver una mezcla de terror y de amor, os lo contare:
yo era una persona de otra época, paseaba ente miles de cadáveres, después de una gran batalla, parecía que buscaba algo, sin duda lo buscaba, mis ropas eran extrañas y mi piel también, mis rasgos no eran los mios pero mi corazón si, caminaba con una pena en él, asta que llegue a un determinado guerrero, me pare, las lágrimas asomaron a mis ojos, y el yacía en el suelo, casi sin vida, su respiración era imperceptible y abdominal, por lo que deduje que le quedaba muy poca vida, con mis manos temblorosas me acerque a él, y le cogí la suya, que al sentirme, apretó levemente mi mano, sus ojos se abrieron y su mirada casi vidriosa me miraba,casi con una suplica, yo susurraba --- no te vayas, aguanta, aguanta,--- pero el cerro los ojos, Todo mi afán fue buscar la herida que tuviera y ver que podía hacer, la encontré, estaba en el hombro, por detrás, la sangre manaba en abudancia , con un pañuelo extraño como de lana, le presione la herida, con todas mis fuerzas allí estuve una eternidad, asta que la sangre casi dejo de manar, después me levante y silvé muy fuerte, como si fuera un pastor de cabras, metiendo un dos dedos en la boca, cosa que no se hacer, y al poco rato aparecieron dos personas con atuendos extraños y con sumo cuidado lo pusieron en una especie de camilla hecha por dos troncos de diámetro estrecho y con una piel que los unía, se lo llevaron a mi casa, una especie de choza extraña que no he visto en mi vida, lo pusieron en la cama y lo voltearon con mucho cuidado, uno de ellos se inclino y le beso en la cara , después no dijo nada y se marcho, al salir me miro, con unos ojos negros llenos de lágrimas, se detuvo un instante delante de mi y después salio, sin decir nada, seguido del otro hombre, yo cogí un costurero con hilos y agujas, pero eran unas agujas enormes como de 7 centímetros sin agujero solo estaba doblada por un lado y estaba hecha como de hueso, o algo así, con un hilo cosí su piel con puntos separados entre si, daba un punto lo ataba y después daba otro y lo volvía atar, eso después de haber lavado la herida con agua clara, y secado toda la zona, le puse una especie de apósito en el cual había unas hierbas enrolladas que supongo que serian medicinales, no se, y lo tape todo con una tira de tela atándola por debajo del brazo, después con mucho cuidado lo lave entero quitándole toda la sangre seca, y las ropas sucias, eso si eran ropas gruesas, fuertes, las tire al suelo e hice la cama de nuevo, después lo coloque en posición de protección, de lado y con una pierna y un brazo doblado, el empezó a vomitar todo lo que tenia en el estomago, yo ya había previsto ese importunio y le quite toda la suciedad, después de tirar de él asta la orilla de la cama, donde tenia una especie de barreño y donde lo recogí todo, después lo prepare de nuevo y me senté en una silla a su lado, rezando, no se que oración extraña, que a veces me acuerdo y otras no, espere sentada a su lado, toda la noche, y de mañana cuando amanecía se oyó, su respiración algo mas fuerte, le cogí la mano, me senté, a su lado en la cama, y lo mire detenidamente, estaba semincosciente, le bese la frente y salí a ordeñar una vaca, que no se como se hace, pero lo hice, y después migue pan en esa leche y sin cocer ni nada, incorpore al hombre, ayudan dome de la tela que tenia en la espalda y le puse algunos cojines, redondos en la espalda , son mucho cuidado, medio llene la cuchara y se la acerque a los labios, el succionó, sin problemas, tardo un rato en tragar asta que lo consiguió, y así, con mucha paciencia, se acabo la comida, luego con delicadeza, mire de nuevo la herida,  no había sangrado y lo puse en posición de protección de nuevo, dejándolo descansas.
Pasado dos días, su mejoría era evidente, pero solo sonreía y decía palabras muy bagito, casi no se oían, pero sus ojos lo decían todo, miraban con mucho amor y gratitud.
No se quien seria yo, ni se quien era el, pero se que en mi sueño, le salve la vida a un ser humano.
Y que en la realidad, seguiré contribuyendo a que las personas que estén a mi cuidado, estén, siempre, bien atendidas y que no les falte nada, que yo pueda hacer por ellas.