jueves, 8 de septiembre de 2011

EL SUEÑO DE UN GUERRERO

Los primeros rayos del sol, se colaban entre los ramas mas bajas de los arboles de la rivera. El agua fluía, tranquila y serena, sin color, sin olor, solo corría. Los pájaros, hacia rato que cantaban bulliciosamente.
Lina se incorporó en su saco de dormir, lo recogió. Se quito toda la ropa, introduciéndose en el agua fría del río. Al principio, su cuerpo tirito,  después se acostumbró a la temperatura y nado hasta una preciosa cascada, que caía desde unos dos metros. Se acomodo en lo alto de una piedra. Comenzó a lavarse. Su cuerpo era escultural.  Dejo libre su largo pelo, quedandose quieta, con los ojos cerrados, mientras sentía el caer del agua sobre su cuerpo.
El hombre que estaba el lo alto del promontorio, al lado del rió, era musculoso, de aspecto  salvaje, con  mirada de acero- Se aproximó al agua a bañarse, pero escucho algo en  la caída de la cascada. Sin hacer ruido, se aproximó, y vio, algo increíble , la imagen mas bella, que nunca pudo contemplar sus ojos. Era una sirena de río, es lo primero que pensó, Pero sus piernas eran esculturales, su figura extraordinaria con cintura estrecha que se ensanchaba en una cadera redonda y unos pechos voluminosos.
Él, miraba sin poder quitar la vista de aquella imagen, que por un momento le pareció irreal, después la mujer se movió. Rompiendo el hechizo y nado hasta la orilla del río. Allí, se seco, cuidadosamente cada parte de su cuerpo. Era un cuerpo para el pecado, sin duda, pero, él la contemplaba como si no fuera real tanta belleza.
Algo inesperado paso. Ella se vistió despacio, poniéndose cada prenda, de cueros, ¡¡¡ cuero¡¡ esa, era una¡¡¡ guerrera de los Sun¡¡¡ Sin duda ella sabia que él estaba allí. Esas guerreras eran adiestradas para detectar el mas mínimo sonido entre el follaje del bosque, ¡¡¡ ella sabia que la observaba ¡¡ y no hizo nada por impedirlo, solo se vistió, con su peto de cuero, su falda corta, que debajo llevaba algo parecido a una prenda dura de cuero que protegía sus partes intimas y una botas a media caña, por debajo de las rodillas.
 Levanto su mirada hacia él. Sus ojos se clavaron el los suyos  y el tiempo se detuvo, el reloj se paro pareció un tiempo eterno- Después algo parecido a una sonrisa apareció en el rostro de ella y el silbido de un cuchillo saco a Adan de su hechizo. Su corazón latía con fuerza, su cuerpo estaba preparado para amar en aquel preciso momento, a aquella sirena. Pero ese cuchillo clavado al lado de su hombro, lo enfureció consigo mismo, ¡¡¡¡ como se había dejado hechizar de esa forma¡¡¡ Ella. desde abajo, le dijo con voz decidida: ---La próxima vez que observes a una guerrera Sun, y no sea yo, morirás. Hombre, ya eres mio, pues me has mirado, en mi desnudez, y así será, tú serás mi hombre, y yo no seré tu mujer, solo seré de quien yo quiera--- Después, sin sabes como, ella estaba al lado de él, mirándolo  con el cuchillo en la mano.
 Su olor era de frescura. Varios rizos negros le caían por la frente.
 Con sus firmes piernas, lo inmovilizó, colocándola  en el pecho de Adan. Acercó la boca  a la de él y lo beso, de tal forma que  perdió toda noción del tiempo. Después, ella de levanto, lo miro con tanto fuego en los ojos, que él ardió por dentro, y si saber como desapareció...
Adan despertó.  Otra vez ese estúpido sueño. Otra vez ese sueño, que lo perseguía desde que había entrado en el bosque de las guerreras Sun.
Que sentido tenia ese sueño? ¿ además del erotismo que le hacia sentir?
Nunca había visto a esa mujer. Nunca había sentido nada parecido a  lo que sentía cuando ella lo besaba en el sueño, a pesar de ser un hombre experimentado en el arte de amar.  ¿Por que le sucedía eso?
Se levantó, aún un poco ausente de lo que lo rodeaba, y miro a Zen, su amigo, que aún dormía plácidamente,. Se acerco al río, que no se parecía en nada al del sueño,  Se lavo la cara. Le dio la sensación de ser observado, e intuitivamente cogió su daga, con el escudo de los Cin, pueblo extraordinario en el arte de la guerra. Esa sensación desapareció. Continuo lavándose. De nuevo un extraño ruido,  algo se movía entre el follaje del río. Pudo distinguir un conejo asustado, que corría.  Algo había en aquel lugar, pero ¿que?

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