sábado, 3 de diciembre de 2022

Para mi querida Rosa. Mi suegra.

 Hoy te fuiste sin decir adiós, con los ojos cerraditos pero llenos de amor. Hoy, nos dejaste sin tí.

Llegaste a este mundo un frío 9 de febrero, sin nada y hoy te llevas una parte de nuestros corazones, de estos que te amaron tanto, nunca olvidaremos tu peculiar forma de amar y ser, pero con todo te amábamos.

Hoy tus alas se abrieron y dejaron atrás esa horrible silla de ruedas a la que estuviste atada durante 5 largos años. Ya eres libre¡¡¡

Eres libre de volar y llegar al cielo, ese cielo en el que creías. 

Dios te acoja con todo el amor que te llevas, que es mucho.

Adiós, mi querida y amada Rosa. Siempre vivirás en nuestras mentes y en nuestro corazón.

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