miércoles, 16 de mayo de 2018

Paz

Sentada en un banco, frente al río. El agua discurría serenamente. Los trinos de los pájaros. junto al correr del agua hacían música natural. Noté que la tierra me hablaba. La paz inundaba mi espíritu, y una leve ráfaga de viento movió mi cabello. Entonces supe que no estaba sola. Dejé pasar el tiempo y cientos de recuerdos y memorias se amontonaron en mi mente. Ya nada importaba... La vida me regalaba una lluvia de pétalos de flores de almendro y refrescaba el razonamiento.

Nada es tan malo.

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