martes, 7 de diciembre de 2010
4º LOS ANGELES BLACOS
Ana, sentada, en una rama de un enorme árbol, que no parecía de este mundo, por su grandiosidad, pensaba en todo lo que le acababa de pasar, y se preguntaba una y otra vez, porque habría besado aquella estatua de mármol, que al principio fue un deleite para sus labios pero después de su transformación había sido brutal, se había librado de una violación, por los pelos. Pero sus sentimientos eran contradictorios. Ella sentía algo inexplicable por la estatua y después extraño y cruel hombre en que se tras formo, solo para hacer de ella un objeto de lujuria pero así, y todo, su cuerpo le pedía la rendición, pero su mente, razonaba mas deprisa que su corazón, era , sin duda los sentimientos mas confusos que tuvo nunca. ¿Como podía sentir algo por aquella vestía? pero lo sentía, y no savia como quitárselo de su mente, ¡¡¡¡ que extraño¡¡¡, desde que entrara en aquel valle, no le habían dejado de pasar cosas extrañas. Se toco los labios doloridos y sus lágrimas cayeron, sin consuelo, una tras otra sin que pareciera que iban a acabar, estaba realmente aterrorizada, no podía estar pasando todo aquello a ella, siempre tubo toda su vida bien planificada, y desde que le encargaran ese trabajo todo había cambiado. Decidió que quizás era buena idea alejarse de aquel valle, poro algo le impedía salir de allí, era como si tuviera que hacer una misión encomendada antes de que naciera, algo que estaba proyectado desde mucho tiempo atrás, y era su destino- El llanto fue remitiendo y su mente pensó con rapidez, --- si tengo que cumplir una misión y para ello he de sufrir ,la cumpliré ,--- pensando esto vio, bajo los arboles gente con atuendos extraños, eran personas des conocidas, con costumbres raras, era un cortejo en donde había una extraña figura semi transparente y negra, seguida de tres caballeros negros que buscaban algo sin encontrarlo, por fin, llegaron al tronco de su árbol, la figura se detuvo, y como si supiera que ella estaba allí, levantó la cabeza tapada con una capucha y dejo ver una cara pulcra, sin arrugas, de vello rasgos pero sus ojos eran escalofriantes. El cuerpo de Ana comenzó a temblar por el horror de aquella mirada, estaba fija en sus ojos, y no los podía cerrar ni apartar, en su mente escucho--- Estas ahí, tú, eres la llave, y seras la que me saque de mis tinieblas.--- Ana, no entendía porque todos decían que era una llave,--¡¡ que demonios¡¡, ella no era una llave, aquí tienen que estar todos locos y deben de hacer magia negra, porque si no, no entiendo a que viene el cuento de la llave--- Ana permanecían con los ojos clavados en los de la figura negra y este intentaba penetrar en su mente para ver mas de lo necesario. Ana se sintió indefensa, pero algo... algo ocurrió, apareció el monstruo de antes y sacando la espada, amenazo a la figura diciéndole lentamente--- no te sera fácil hacerte con ella, ¡¡¡ es mía ¡¡ y así sera. La figura negra aparto los ojos de los de Ana y miro con gesto altivo al monstruo y sin venir a cuento comenzó a reír como un poseso,--- ¿ tuya,? dices, tuya, estas muy equivocado, ella me pertenece, maldito santurrón de mierda, ella es mía, y me la llevare--- el monstruo salto de una forma extraña y antinatural y se puso al lado de Ana y poniéndole en puñal en la garganta replico---¡¡¡ vete¡¡¡ vete o la mato aquí mismo, y no sera para nadie, Ana sin comprender nada, estaba temblando su mente no dejaba de pensar pero no entendía nada, es ese valle todo era muy extraño, desde las plantas, los animales, que habían cambiado, desde que entró en la iglesia, ¿ que estaba pasando?, el hombre de la iglesia dejo de amenazarla, cuando los otros se fueron,---me llamo Arus, soy el que te protegerá hasta que llegue el momento--- Ana se asusto y de un fuerte empujón lo tiro del árbol , callendo Arus en el suelo, pero con la misma rapidez que ella lo había tirado él volvió al mismo sitio_--¡¡¡ que demonios ¡¡¡- replico Ana,. Arus reía sin ganas diciendo--no te sera tan fácil separarme de ti, estamos unidos en este camino, y lo haremos juntos--- Ana lo miro con desconsuelo--- No, no te haré daño, lo prometo, no te tocare hasta que tu me lo pidas y sé que lo haras,--- dijo Arus. Ana muy desconsolada se apoyo en el árbol y dijo casi a voces--- ¡¡vete vete, y déjeme no quiero verte, no quiero saber dada de ti, no sé que quieres de mi, no sé que es eso de la llave, ni sé que pretendía esa figura negra sin cuerpo, --- y diciendo esto, se acercó hombre y comenzó a golpearle el pecho con los puños cerrado, a lo que el hombre respondió riéndose a carcajadas, eso enfureció a Ana y comenzó a sollozar y le dio una sonora bofetada en la cara al hombre, este reacciono tomándola de los hombros y acercándosela a la cara con intención de besarla, pero no lo hizo, solo le susurro--- no me provoques, que soy de carne y hueso, gracias a ti,--- Ana confundida y con el corazón latiendole con fuerza callo a la de rodillas delante de Arus, que la miraba con frialdad, y se separo de ella mirando hacia otro lado, ella lloraba encima de la rama, sin saber si lloraba por miedo o por frustración, se sentía muy mal estaba desecha, cansada y hambrienta,. El hombre se marcho y se quedo sola en aquel árbol de aquel lugar extraño y cada ves mas desconocido, se tumbo en la rama extremadamente grande, y se durmió, descanso poco, porque los sueños de Arus
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