El frío de la noche y el sueño estaban haciendo mella en ella, pero no se movió, continuo observando cada rincón de los matorrales, sin que se moviera nada, ni se ollera nada, los pájaros no cantaban, si duda, eras, porque, presentían el peligro, cerro los ojos, y se quedo a la escucha, algo se movió a su derecha, paro, miro detenidamente ,pero no logro ver al lobo, pasada 2 horas, y medio dormida, el corazón le latió con fuerza, vio, en lo alto de una piedra, al lado del tronco, al lobo saltando hacia ella, se preparo con rapidez y cuando el lobo estaba a pocos centímetros de ella, callo abatido por su última flecha, Sara, respiro aliviada, y se dijo a si misma, el ultimo, maldito lobo, con tranquilidad se bajo del árbol, y busco otro donde estuviera protegida de las fieras, encontró uno muy adecuado, se trataba de un enorme ejemplar, se subió a él y en la cruz del tronco con las ramas se, construyo una especie de tapadera entre lazada con hojas del árbol, como su abuelo le había enseñado, después , saco de su minibolso, una esencia repugnante con la que roció toda la tapa, y se la coloco encima, atándola a una especie de clavos que estaban compuestos por huesos, y se tumbo, preparada para dormir,
El silencio de la noche, era relativo, los enormes animales, que habitaban aquellas tierras pasaban al lado del árbol, huyendo después, de oler el pestilente olor. Sara sabia que así, nadie le molestaría, y durmió, tranquila,
Al amanecer, le despertó alguien que cabalgaba asta el río, hacia tanto ruido que cualquiera sabría que estaba allí, eran dos hombres, uno alto y moreno, y otro mas menudo y rubio, el alto tenia apariencia de guia, el bajito, tenia toda las características de un emisario del rey. Ella los observo como sacaron un conejo de la saca, y lo pusieron al fuego, Sara, meneo la cabeza,en desaprobación, estaban locos, haciendo eso, el alto se metió en el río y se bañaba, mientras el otro le daba vueltas al conejo, pero algo paso, una flecha se clavo en el árbol del que estaba cocinando el conejo y dio la casualidad que se agacho, justo cuando llegaba, al mismo tiempo el guerrero salio río,con suma rapidez y repelió todos los ataques de los ÑOS, todas sus flechas, con tal destreza que, parecía un rayo, Sara desde su escondite miraba la destreza del guerrero, nunca había visto algo así, cundo lo Ños se marcharon, el guerrero echo tierra en el fuego, y lo apago, pese a las protestas de su amigo, y sin pensárselo, se sentó y comió del conejo casi crudo, el otro hombre lo miraba con asco, y se tapo la boca, por las arcadas, a lo que el guerrero respondió con una sonora risotada, y Sara sonreía por la forma en que el emisario se tapaba la boca, pensó, ¨¨estúpido señorito de ciudad que se creen que lo saben todo,¨¨ después los hombres se montaron el los caballos y se marcharon,
Sara, se destapo y comenzó su camino, hacia una aldea que había visto en el valle antes del ataque de los lobos, comió unas raíces y una vallas, después de salir del bosque el silencio se hizo profundo, las aves no cantaban, y el viento hacia rozar las plantas contra ella, se detuvo, y como un rayo corrió hacia los arboles pero una cosa pegajosa le dio en el cuello y aun corrió mas, para luego darse la vuelta a mirar si había una superficie elevada, la vio, corrió hacia ella, el enorme lagarto corría hacia ella, que aprovechando el montículo salto al cuello del reptil y sin pensárselo dos veces le clavo la espada en un ojo, el lagarto continuo corriendo, pero al poco se desplomo, callen do delante de los dos hombres, que miraban a la chica, con asombro, ésta se bajo del lagarto vestida con so pololos y la camisa y los miro, el que parecía el emisario dijo,---señorita, permita me, darle mi mas sincera enhorabuena, yo.. nunca...-- Sara lo miro con indiferencia y continuo andando, --- Olle,¡¡ mujer¡¡, ¿no seras Sara del San?,-- Sara se detuvo y sin mirar atrás dijo -- si soy yo, que quieres hombre del demonio--- el hombre callo y dejo hablar al emisario,-- Soy el emisario Juan, de Sin, el rey la busca, quiere hablar con usted, y me mando a buscarla, para informarle que su padre el conde de San esta en su lecho de muerte--. Sara se quedo inmóvil, se dio la vuelta y vio a los dos montados en sus respectivos caballos,se acerco al emisario y con una sonrisa amistosa le tendió la mano--- muchas gracias-- el hombre le tendió su mano y ella tiro de él derribándolo del caballo y saltando encima, espoleándolo y saliendo a galope tendido en dirección a su casa.
Mientras, el explorador reía a carcajadas dándole la mano al emisario y anidándole a subir a la grupa de su caballo.
EL emisario, herido en su amor propio pronunciaba maldiciones no propias de su alcurnia, por lo que el explorador aún reía mas....
Sara, siguió, a toda velocidad, por los caminos del condado de su padre.
Los dos hombres, en un solo caballo, continuaban su camino, pero el animal, fatigado, se le doblaron las patas y callo al suelo, derribándo a los dos hombres, el explorador, mato al caballo, continuaron su marcha a pie. Cerca vieron una granja, en donde, se encontraban dos caballos en la cerca y un tercero en la puerta, atado y ensillado, los dos continuaron asta la casa y preguntaron:-- ¿Quién vive?-- Y como respuesta, recibieron un vaso de barro volando, el explorador lo cogio al vuelo, El emisario, muy digno toco a la puerta, si saber si entrar o no, pero el explorador, lo empujo y entro en la casa, seguido del otro hombre, Encontradose con un hombre mugriento, ebrio y sucio, tirado en un sillón , que a duras penas mantenía la cabeza erguida y con trabajo les dijo---- ¡¡¡ fuera de mi casa¡¡¡ demonios¡¡¡ ya estoy arto de vosotros,, eh eh eh , vosotros no sois demonios, sois un gigante, y un repulsivo señoritingo, pero iros, igualmente,--- el explorador se acerco y dándole una patada en los pies que los tenia encima de la mesa, cayeron a plomo, --- Juan, eres un asqueroso, borracho, de mil demonios, me prometio que no volverías a beber--- el borracho, entrecerró los ojos mirando al gigante--- tu no eres un gigante, por mil ballenas, eres el endiablado de Manuel, el ladrón que me robo mi esposa, el que me destrozo la vida, --- el borracho se levanto, para sentarse renuevo, Manuel lo coguio por la pechera, lo llevó, arrastrando, asta el río y le metió la cabeza en el agua, una y otra vez, asta que paro y lo zarandeo, espabila, maldita sea, espabila, necesito que me acompañes, tengo un trabajo para ti, y yo no te quite tu esposa, ella te dejo por borracho---, y diciendo esto lo tiro al suelo, dejándolo allí, se dirigió a los establos y cogiendo a los caballos de la cerca de camino, ensillándolos, y luego se dirigió a la casa, donde el emisario esperaba, --- santo cielo, Manuel, es usted, muy rudo, no debió hacer eso--- Manuel se agacho y un cuchillo volando se clavo en la pared,--- maldito seas Manuel, tú y toda tu asquerosa estirpe, ¿Qué quieres de mi?-- Manuel, se dio la vuelta y le arrojo ropa limpia a la cara--- porte eso, y hazlo ya, si no me veré obligado a hacerlo por ti, y creeme que no te gustara. Juan—el hombre cogio la ropa y se la puso, disparatando, maldiciones--- que quieres de mi, maldito hijo de….--- no continuo cuando vio los ojos de Manuel. – esta bien, haré lo que quieras, --Manuel, se dirigió al emisario y dijo ---Don pongase esto, y le arrojo una camisa con un pantalón, y una botas de campo, --- Don, lo miro con horror--- no no, yo no me pondré esa ropa, es de poca clase--- Manuel lo miro con desprecio, y le dijo,--- usted hará lo que yo le diga, si me paga para volver con su rey, querrá llegar vivo, ¿no? Porque si no quiere llegar vivo, no hace falta que se cambie--- Don se puso la ropa oliéndola y poniendo cara de repugnancia, después le dio armas a todos y se montaron en los caballos.
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